VIVIENDO EN LA PALABRA DE DIOS.

Muchas de las infelicidades que rodean a las mujeres de hoy han sido por no vivir en la Palabra de Dios. Por lo general, nos gusta vivir conforme a nuestros propios preceptos u opiniones y dejamos a un lado cuál es la voluntad de Dios para nuestras vidas.

Vivimos una vida donde sólo usamos la Biblia cuando estamos en la iglesia, y el resto de la semana simplemente nos la pasamos actuando de acuerdo a nuestra voluntad y olvidando el Dios que se nos revela a través la Su Palabra.

La Biblia no es un simple libro donde encontramos meros consejos para vivir mejor; la Biblia es aquella regla de conducta. Es por medio de ella que podemos conocer a Dios y llegar a amarle, es en ella que encontramos el propósito que Dios tiene con nuestras vidas; en ella encontramos paz y salvación.

Al desviarnos y querer vivir una vida no conforme a la palabra de Dios siempre habrán malos momentos, habrán consecuencias terribles y días oscuros que nos roben nuestro color; pero, cuando decidimos acercarnos a ese maravilloso libro, cuando decidimos darle la importancia que en realidad tiene por medio de Su Palabra, Dios realiza grandiosos cambios en nosotras.

Querida amiga, hoy quiero invitarte a vivir conforme a la Palabra de Dios, a adentrarte en lo que lees, a practicarlo y a amar esa guía que Dios nos ha dejado para que podamos conocerle y saber las cosas que son agradables a Él.

No te quedes caminando esta vida conforme a los deseos de tu corazón o conforme tus pensamientos; mejor acércate a la Palabra de Dios y en ella encontrarás luz, seguridad, dirección, reprensión; pero sobre todo, podrás conocer el amor de Dios por ti y su infinita misericordia.

Estoy segura que al buscar a Dios a través de Su Palabra tu vida cambiará. Si antes no podías perdonar, perdonarás; si tus palabras eran amargas, pasarán a ser dulces; si te sentías sola, podrás conocer a un Padre; y si tu vida estaba oscura, pasará a tener a color.

Decídete hoy a limpiar tu camino con la palabra de Dios, que sea lámpara a tus pies y lumbrera a tus caminos; guárdala, vivifícate en su justicia y ve por la senda de la voluntad del Señor.

¡Vive en la palabra de Dios! ¡Crece en Dios A Color!

“Lámpara es a tus pies mis palabras y lumbrera a mi camino”. (Salmos 119.105)

“Bienaventurado los prefectos de caminos los que andan conforme a la Ley de Jehová”. (Salmos 119.1)

Por: Tey Abreu